La singularidad del Uruguay ha sido un tema muy debatido en la historia de América Latina. Este pequeño país, sobre todo si se le observa entre Argentina y Brasil, a menudo ha sido percibido como un laboratorio de experiencias singulares. En los siglos coloniales, la colindancia entre el imperio portugués y el español otorgó a este territorio un perfil de frontera que encontró continuidad en la larga disputa que enfrentó a sus gigantescos vecinos durante el siglo XIX y parte del XX. En las primeras décadas del siglo XX, luego de la derrota de la revolución liderada por José Artigas, la entonces Banda Oriental del Río de la Plata devino Estado nacional. Tierra de inmigrantes, de cruentas guerras civiles, de indios, negros y gauchos, de caudillos y doctores, en ese Uruguay se acuñaron proyectos reformistas que a inicios de siglo XX perfilaron un acuerdo básico en torno a los valores de la democracia política y a la necesaria construcción de un Estado social de perfiles integradores. Con más disputas de lo que se cree, el Uruguay moderno trazó algunas líneas de larga duración que han marcado la autopercepción mayoritaria de los uruguayos: la pretensión de construir una avanzada de la civilización europea distante de los clásicos perfiles latinoamericanos; una nación con una perdurable primacía del Estado por sobre la sociedad civil y el mercado, hiperintegrada, algo provinciana y autocomplaciente, adversa a la implantación de los populismos clásicos; un país con una potente laicidad de temprana construcción con una sociedad de talante más republicano que liberal. Este libro, con todo el rigor del conocimiento histórico, explica estas grandes líneas del pasado uruguayo a través de una sintética narración sustentada en una cuidadosa selección de procesos, acontecimientos y actores que se despliegan a lo largo de casi cinco siglos. Se trata de una síntesis tan honesta como debatible, construida desde una perspectiva crítica y plural.
Este libro aborda el tema del avance del frente colonizador del Imperio de Portugal sobre el área que corresponde hoy a los territorios de la República Oriental del Uruguay y Río Grande del Sur. Centra su atención en el movimiento portugués de ocupación de la gran Banda Oriental del río Uruguay y de la conquista del Río de la Plata, especialmente en cuanto a sus motivaciones ideológicas y filosóficas. Identifica y discute, además, las raíces de la construcción de la imagen con la que Río Grande del Sur, excluido políticamente de su cuna telúrica, se presenta ante la comunidad luso-brasileña. Para abordar tan singular investigación, el autor se vale de la teoría de Thomas S. Kuhn sobre los paradigmas en la ciencia y la estructura de las revoluciones científicas y la aplica sobre el período histórico del avance portugués en dirección a la gran Banda Oriental del río Uruguay. A través de ella explica las motivaciones, insuficiencias, éxitos y fracasos que sufriera dicho avance, así como el surgimiento y la superación de sucesivos paradigmas que lo marcaron y crearon las condiciones para el desarrollo de los frentes de expansión lusitanos.
Aquí desaparecen los eslóganes y emergen realidades que solemos desestimar: las viejas visiones autoritarias, el fuerte anticomunismo de la Guerra Fría, algunas estrategias del gobierno de facto para lograr consensos, las poco conocidas, y por lo general complacientes, actitudes de los intendentes respecto al proceso civil-militar, diversos comportamientos de rechazo y de asentimiento (real o presunto) de los ciudadanos, variadas y duras experiencias de detención y de libertad vigilada, etc. Gracias al enfoque elegido para las investigaciones que realizó, y a su propia condición de originario del departamento (aunque nacido en Argentina), el autor puede brindar una idea mucho más compleja y profunda de la sociedad duraznense que la que se aprecia comúnmente, llena de matices, un conocimiento más acabado de la persecución sufrida y de sus consecuencias…
«Peña y Trasante. Una marca registrada. Antes rivales, ahora socios. Antes rústicos jugadores de pierna fuerte, ahora actores. Antes campeones de América, ahora buscavidas. Otra vez la ficción cuerpeando a la realidad». Estos dos jugadores son la huella viva de una época del fútbol. Un tiempo más alejado de los millones de dólares, los esponsoreos y las redes sociales, pero una época exitosa del fútbol uruguayo a nivel mundial. Nacional y Peñarol campeones de América y el mundo y la selección uruguaya dejando su marcha de campeón por el continente. Castillo y Varoli hacen una exquisita literatura periodística con la vida de Peña y Trasante, que no es más ni menos sacrificada que la de cualquier jugador de fútbol, pero también la de cualquier hombre o mujer que vive de su trabajo y de sus sueños. El lector de La ropa en la cancha será testigo de los secretos de las concentraciones y vestuarios, las comidas y vinos antes de un partido definitorio, los entrenamientos y la intimidad de decenas jugadores de fútbol que marcaron un tiempo y la vida de un país. Este libro es una historia del fútbol y de la vida a la uruguaya.
Esteban Valenti plantea en este libro una revisión de su vida, las peripecias que ha tenido a lo largo de los años, y su participación en el accionar político desde diversos ámbitos. Se revela como una personalidad compleja, por momentos contradictoria, que ha dedicado la mayor parte de su existencia a la participación en la actividad política. Este libro finaliza analizando el fracaso del proyecto La Alternativa, y revelando los pormenores de ese proceso.
En el año 2006 Azucena Berrutti, ministra de Defensa, se apersona sin previo aviso en una unidad militar y se hace con un gigantesco archivo de inteligencia militar microfilmado del período 1985-2005. Ordena un trabajo de digitalización que se concluye en 2009. Luego, hasta 2016, no se promueve ninguna iniciativa o, quizás, se cede al ánimo obstruccionista de quienes quedarían inculpados de actividades ilegales a través de los documentos. En diciembre de 2016 —y hasta agosto de 2018— se instala una comisión investigadora del espionaje ilícito en democracia en la Cámara de Representantes. Esta comisión accede a las casi tres millones de páginas del archivo mencionado y, luego de su estudio, propone y logra el envío de lo actuado a la Justicia.
¿Qué pasaría en Uruguay si moviéramos el eje de la discusión abocándola a buscar soluciones en vez de simplemente opinar sobre nuestros problemas? ¿Cuánto habríamos avanzado como país hacia el desarrollo? En este libro Nicolás Albertoni toma como punto de partida la inserción internacional del país para contribuir a un debate orientado a las soluciones. Un país que no está en contacto económico, comercial y político permanente con el mundo no se interpela a sí mismo y tiene a comparaciones facilistas que no lo alientan a crecer.
En la década de 1960, una generación de jóvenes latinoamericanos ingresó a la política con una visión heroica de la militancia que convivió con nuevas pautas culturales provenien ves de Europa y Estados Unidos. Este trabajo atiende al efecto de esas ideas y prácticas de circulación global en la conformación de identidades políticas a nivel local, especialmente en el caso del movimiento estudiantil uruguayo de 1968 y las discusiones generadas en su seno sobre los requerimientos de la lucha y las vías de la revolución. Explora la articulación entre militancia de izquierda, violencia política y cultura juvenil para pensar las particularidades de Uruguay en un proceso a todas vistas global de centralidad de los jóvenes como actores políticos y portadores de cambios culturales. Esta es la primera edición uruguaya de un libro importante para entender una década que marcó a fuego a sus protagonistas y a todas las generaciones posteriores, Después del 68, ser joven ya no volvió a ser lo mismo
Con la agudeza de análisis que lo caracteriza en sus columnas periodísticas, Tomas Linn nos desafía a repensar el Uruguay de hoy con una observación crítica hacia diversos sucesos del pasado y del contexto cotidiano. Esta recopilación nos provoca a mirar con el ojo de la cerradura a un país que desde la vereda de enfrente nos molesta y en ocasiones no queremos reconocer como propio. Uruguay es un rincón escondido en el mapa, lejano y ajeno a los acontecimientos que sacuden al mundo, alejado también de las discusiones que en otros países afectan a su desarrollo y evolución. Acá no parece haber nuevas tendencias y solo se discuten los temas de siempre. Desde aquel país complaciente de los años 50, con sus vacas gordas y su confort, sucedieron muchas cosas. Los uruguayos sufrieron, se enojaron, se agredieron, les pegó una durísima crisis económica, y ahora están una vez más, en una etapa de autocomplacencia que no es aquella, pero se le parece demasiado. Sin embargo, entre esa autosatisfacción y la actual, ocurrieron hechos. Cuando llegaron los tupamaros no había dictadura en Uruguay. Es verdad, su democracia no pasaba por su mejor momento pero funcionaba. Había libertad. Se complicaba en cambio, la cuestión económica. La bonanza del Uruguay feliz llegaba a su fin. En todo caso, será la uruguaya una viabilidad construida a los tropezones y sembrada en dudas.
Testimonios de ex presas políticas en el interior del país, en el Establecimiento Militar de Reclusión N.° 1 Femenino, Paso de los Toros, departamento de Tacuarembó (1972-1977 y 1977-1980) Con la perspectiva del tiempo estas mujeres cuentan vivencias y evocan sus recuerdos de un pasado que vuelve en forma fragmentaria y las cruza en el presente, que las mantiene unidas por una relación que supieron afianzar cuando todo parecía derrumbarse; un grupo que fue soporte de cada una y las unió en torno a ideales y sentimientos así como también en el esfuerzo de las pequeñas cosas de vivir cada día en condiciones de encierro e incertidumbre. Como parte sustancial de este relato, la peripecia de los familiares es contada a través de la óptica de algunos de sus protagonistas, con su propia voz. Desde la construcción de historias cotidianas a través de años de convivencia en situaciones especiales se van dando las diferentes perspectivas del momento que les tocó vivir, formando un caleidoscopio de versiones que nos ayuda a vislumbrar el todo.
Este libro tiene como ambición ser una guía de campo que facilite la identificación de la mayoría de las especies que habitan la región. Se presentan 387 especies que se encuentran en Punta del Este y alrededores, para ser más estrictos en términos de distribución diremos que son aquellas especies que podemos encontrar en Punta del Este, Maldonado, José Ignacio, Piriápolis, Aiguá y departamentos vecinos.
Es preciso reconocer el desfase existente entre los cambios procesados en la economía mundial y en las sociedades latinoamericanas y nuestra capacidad de comprenderlos a cabalidad. Los hechos que se suceden y las nuevas realidades nos llevan varios cuerpos de ventaja. A nivel global se hace cada vez más visible que el capitalismo está incubando una crisis de envergadura. A escala regional, el agotamiento de los procesos progresistas abre paso al realineamiento de las derechas. En Uruguay, la creciente complejidad política urge desplegar una reflexión colectiva que desmalece el terreno y haga inteligibles los rasgos fundamentales de la estructura económica y social sobre la que estamos parados, y que, sobre todo, dispare un proceso de regeneración teórica y política del proyecto popular posible. De esta manera, la Confederación de Obrero y Funcionario del Estado (COFE) asume el desafío de promover una reflexión que, yendo más allá del día a día del quehacer sindical, aborde el debate de las grandes problemáticas de nuestro tiempo y brinde herramientas para la reflexión del conjunto del movimiento sindical y la sociedad en general. Para ello pone a disposición del público el conjunto de miradas sobre diferentes artistas de la economía política de América Latina y el Uruguay actual que componen este libro. La realización de este estuvo a cargo del espacio de investigación y formación de COFE, el Instituto de Estudios Sindicales Universindo Rodríguez (INESUR), y el equipo de trabajo de la Fundación Trabajo y Capital. Esperamos que el material entre manos sea capaz de señalar tensiones relevantes o algunos focos medulares de nuestra formación económica y social, y colabore, de esta manera, al necesario salto de nuestros debates hacia el terreno de lo estratégico.
Si hubiera que precisar un momento para marcar la derrota militar definitiva del mln, ese sería el 27 de mayo de 1972, con la caída de la «cárcel del pueblo». La organización tupamara sabía de su relevante significado para mantener el prestigio que aún tenía en algunos sectores y también entre los militares. Dos rehenes, Pereira Reverbel y Frick Davies, fueron retenidos durante ocho meses en condiciones ínfimas en un escondite diseñado a esos fines en una casa de la calle Juan Paullier. Los tupamaros tenían –como se demostró en el fulminante accionar de las Fuerzas Armadas– muy debilitados sus criterios de seguridad; pese a ello cuidaron especialmente la compartimentación de la cárcel del pueblo debido a su valor simbólico. Solo un tupamaro conocía exactamente su ubicación, además de los dueños del local. Durante años se atribuyó a Amodio Pérez, el hombre que canjeó información por la libertad de su compañera y suya, la delación de la cárcel. Mauricio Almada, en una cuidadosa investigación, quita la bruma de rumores y especulaciones sobre el tema y responde con precisión a muchas interrogantes: ¿Cómo era y cómo funcionaba la cárcel del pueblo? ¿Quiénes eran los dueños del local y cuál era su grado de compromiso? ¿Quiénes fueron los carceleros? ¿Quiénes tenían los datos de la ubicación? ¿Quiénes y cómo decidieron entregar el local? ¿Cómo vivieron los prisioneros física y psicológicamente? ¿Había intercambio de ideas entre ellos y sus carceleros? ¿Cuánta autonomía de decisión tenían los tupamaros que custodiaban a los rehenes? ¿Por qué cambiaron la decisión de matarlos en caso de que las Fuerzas Armadas llegaran al local? ¿Qué piensan hoy los sobrevivientes que participaron en ese episodio?
El título completo del libro es Noticias del golpe de Estado. La toma del poder por los militares en febrero de 1973. "El verdadero golpe de Estado en el Uruguay se produjo el 9 e febrero de 1973, día en que los militares tomaron el poder", afirma el autor en la primera línea de la introducción. Da fe de ello, y su testimonio tiene valor pues fue el periodista a quien el diario El Día confió la cobertura de los hechos ocurridos entre el 8 y el 12 de febrero que significaron la irrupción militar contra el orden constitucional. A sus 19 años, Ricardo J. Lombardo -que luego sería conocido por una intensa actividad política- tenía la curiosidad y frescura para captar cada detalle de lo ocurrido primero en la Casa de Gobierno, y luego en sus guardias periodísticas frente a la residencia oficial de la avenida Suárez y a la base de Boiso Lanza, donde el Presidente de la República Juan María Bordaberry pactó con las Fuerzas Armadas y se pus o al frente de la rebelión. Sus testimonios, que aportan algunas intimidades desconocidos hasta ahora, refuerzan la convicción de que la escalada militar fue alentada por la mayoría de los sectores políticos, y que pocos, muy pocos, se pararon firmes frente a la embestida insurreccional, priorizando la conservación de las instituciones republicano-democráticas. Las revelaciones del autor, su propia investigación realizada con posterioridad y la visión crítica que expone, dan por tierra muchos de los mitos que ha ganado la cultura uruguaya en referencia a estos episodios. Una cabal comprensión de aquellos hechos, llenos de complejidades, matices y debilidades humanas, es fundamental para borrar las líneas divisorias trazadas sobre bases falsas y antojadizas, y que impiden, aún hoy, que la sociedad uruguaya avance sin resquemor.
Los debates entre las dos grandes familias ideológicas de republicanos solidaristas y liberales individualistas configuraron el escenario de la principal contienda política e institucional en el Uruguay del largo Novecientos. En el marco de una fuerte disputa, en aquellas décadas se construyó una matriz ciudadana sólida y perdurable, sustentada en el campo ideológico por una síntesis de republicanismo liberal. En su apuesta por consolidar un cambio en el modelo ciudadano, por cargarlo de acentos de republicanismos, por contribuir a forjar una moral laica alternativa, el primer batllismo impulsó una estrategia que, además de expresar sus preferencias ideológicas, se adecuaba con realismo y capacidad prospectiva a las posibilidades transformadoras de su tiempo. ¿Sobre qué agenda polemizaron estas dos grandes familias ideológicas? ¿Cuáles fueron sus propuestas alternativas de sociedad, de nación, de fronteras entre lo público y lo privado, de moral cívica, de educación o de laicidad? ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a periodistas y viajeros a calificar al Uruguay de entonces como "laboratorio de los locos" o "Rusia sudamericana"? ¿En qué sentido aquel país de utopías puede ser un espejo válido para el Uruguay actual? Estas y otras preguntas son consideradas en este libro fundamental.
Desde nuestros primordios nacionales, Uruguay navegó en luchas entre caudillos y doctores, tormentas partidarias contaminadas en general por carísimas intervenciones extranjeras. Mientras iban vadeando los años, como un preso que marca en su calendario, los uruguayos iban estampando cada levantamiento, revolución, rebelión o tiroteo, en lo más íntimo de nuestra fibra nacional. La historia del Uruguay del siglo xix es la historia de las mecáni-cas que llevaron a esta población a luchar hasta el hartazgo. Nacen pues, en aquellos tiempos bárbaros, las víctimas y victimarios de la historia. Pero en esta historia también se confunden las victimas y perpetradores constantemente, en un enorme charco de sangre, las víctimas de hoy, perpetradores de ayer. Así se forjó Uruguay, entre sangre y barro.